viernes, 4 de junio de 2010
Siempre me pasa, bah... últimamente.
Vengo teniendo una serie de noches trágicas, llenas de sábanas enredadas, que se salen, que me enfrían los pies, que me traen pesadillas y que me hacen despertar con miedo. TANTO es el miedo que me agarra que me quedo mucho tiempo despierta, inmóvil, queriendo dormir de nuevo, tratando de acomodar mi cabeza en la habitación, saliéndome del sueño, alejándolo con el correr de los minutos en los que me paso postrada en la cama en la misma posición. A veces trato de moverme para que el sueño se pierda en lo más profundo de mis sábanas, me sacudo queriendo sonar como esas bolsitas llenas de arroz que tenía en el colegio para hacer educación física. Pero me sigo destapando, se me siguen enfriando los pies y sigo sintiendo ese miedo paralizante. La lucesita del tele que parece insignificante, llena toda la habitación bañándome de un verde chillón y las sombras empiezan a tomar formas rarísimas si me quedo mucho tiempo mirándolas. Cierro los ojos de nuevo, me quiero dormir rápido, ya no importa sin son pesadillas o sueños los que me esperan del otro lado.
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Carlangas!
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