martes, 13 de julio de 2010
Hoy me levanté con un humor increíble. El reloj de la cocina marcaba una hora antes y todo en mi casa parecía ser de las 9 de la mañana. Y aun que se que va a ser un día extremadamente frío, voy a juntarme con viejos amigos. Voy a seguir pintando y armando cositas para adornar mi nuevo trabajo, que no me llena los bolsillos pero si el alma (o al menos una parte).
Ya guardé en mi bolso la cámara de fotos dispuesta a terminar ese rollo de 24 que se me hizo eterno, solo espero que no se vele ni se haga nada feo ya que mis futuras fotos seguro dependerán de los resultados de ese pedacito de plástico con película mágica.
También recuperé interneticamente a una persona con la cual hacía años no hablaba y que en mi cabeza pensaba "esta mina me odia". Parece que no. La filantropía vino con la ola polar o definitivamente la rueda va subiendo.
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